7.7.07

Britney Spears

Britney quiere adoptar un niño. Por eso viajamos hasta USA para ver si acepta hacerse cargo de Toti Chumpete. Un negrito muy lindo, aclaramos.


Es un trato justo. Nosotros le damos gratarola a Toti Chumpete, ella nos brinda una entrevista exclusiva y todos contentos.

Por si no entienden un corno de qué estamos hablando, los ponemos al tanto con nuestro habitual laconismo: Britney Spears es una cantante pop yanqui que se hizo muy conocida siendo jovencita (si no sabés esto, vivís dentro de una botella... ¿nos dejás entrar?) y no paró de sacar hits insoportables uno detrás del otro y de menear sus cada vez más formadas curvas de aquí para allá, hasta que conoció al sátrapa de Kevin Federline (un bailarín de sus shows) que vive a costa de la rubia tarada y además ya le hizo dos hijos, lo que dejó a Britney hecha una bola de grasa.

No obstante, ahora la cantante quiere adoptar un niño “negrito” porque está de moda y queda re humano.

De lo que no se da cuenta es que adoptando un nene africano quizás le haga más mal que dejándolo donde está. Pero ése es otro tema.

Ahora sí vayamos a lo que nos compete. Cuando nos enteramos de las intenciones de Britney, pensamos en darle en adopción a nuestro habitual colaborador Toti Chumpete, que ya está crecidito pero que es bien negrito (pintado con carbón parece africano). Y a cambio de eso, la idea era proponerle una entrevista a Britney.

Al principio, Toti se negó, como siempre. Pero lo convencimos diciéndole que con Britney iba a vivir mucho mejor, y bla bla bla. Eso sí: se debía someter a un estricto régimen (una manzana al mediodía) para ponerse bien flaco, casi desnutrido, para dar con el look africano tan cotizado entre las estrellas hollywoodenses.

Flaco, negrito y hasta aniñado quedó Toti luego de un largo proceso de “africanamiento”.

Pero claro... tuvimos un pequeño problema. Cuando cazamos la Siambretta para ir hasta Beverly Hills empezó a llover, y al señor Chumpete se le corrió todo el carbón. “No, ahora no te va a querer la rubia”, dijimos a coro. “Pero no importa... yo pongo cara de negrito y listo”, afirmó, un tanto racista, Toti.

Tardamos ocho meses en llegar a Estados Unidos, pero lo hicimos. Buscamos en la guía telefónica la S de Spears, y empezamos a llamar. “Are you Britney?”, preguntábamos. A lo que nos respondían con cosas como: “Fakiú!”, “Maderfaquer” y otras improperios que no entendimos.

Estábamos en Los Ángeles, perdidos, ya casi sin ningún peso, con hambre, y negros pero por la suciedad que estábamos acumulando. Lo llamamos a nuestro jefe por cobro revertido para pedirle dinero, y nos contestó:

“Jódanse por boludos”.

Pensamos en lo peor: vender el cuerpo de Toti. “Necesitamos plata, Chumpete. Ponéte media pila. ¿Acaso no viste la película “Viven”? Bueno... esto no es peor que eso, viejo”, le dijimos intentando convencerlo. Pero no hubo caso.

Ya la desesperación estaba por invadirnos cuando justo un productor de películas clase B lo vio a Toti por la calle y le gritó: “Hey you, nigger... come on, come on”, y se lo llevó a laburar de extra en un filme sobre la amistad entre los africanos y los norteamericanos.

Nosotros nos volvimos sin Toti y sin la entrevista a Britney. Todavía estamos esperando que nuestro colaborador vuelva del exilio.

Sabemos que Lauweb se lee mucho en Estados Unidos, por eso queremos decir: te extrañamos, Toti. Hasta Badía está llorando por tu ausencia. Volvé, chabón.

No hay comentarios: