15.7.07

Paolo el rockero (primera parte)

En este capítulo de la sección más lisérgica la web, el Guachín se conoce con Toti en la cárcel y un inesperado y querido personaje hace aparición: Paolo el rockero (y sus gaviotas).


Es un misterio. Si estirás el brazo hasta que la punta de tus dedos toquen la pared, luego lo doblás y de nuevo intentás tocar la pared, vas a ver que no podés. No hay caso. No hay explicación científica posible. No hay vuelta.

Esto era más o menos lo que estaba pensando Toti Chumpete durante su estadía en la Comisaría de la Boca, donde fue a parar luego de intentar infiltrarse en un grupo de izquierda.

Mientras su mente desvariaba por los misterios más profundos del Universo, oyó un sonido familiar, una voz popular y una poesía profunda e inescrutable. Sí, era el Guachín. Se miraron en un eterno instante. Dos potencias que se juntan, cuatro ojos que se juntan, una pestañas inmutables, un mate, un café, varios silencios, disparos, corridas, baile, pan árabe, una gaviota… ¿Una gaviota? ¿Una gaviota en una cárcel? No, no, no.

Fue la palabra “gaviota” la que resonó en el pabellón. Y la voz, oh Dios santo, Santo Biasatti, la voz no era ni de Toti, nuestro comprometido periodista, ni del Guachín, nuestro gran cronista cumbianchero. No, la voz provenía de otro lado, la voz que pronunció esa palabra (“gaviota”) llegó del fondo del abismo hippie.

Empastillado hasta los dientes con Cafia Plus, un groso hizo su aparición: el Paolo. ¿Cómo “qué Paolo”? ¡Paolo, el rockero! Ese monumento al humor lisérgico.

“Uuuuh, loco, mirá esa gaviota", masculló entre ataques epilépticos.

El Guachín y Toti se miraron, asombrados ante tanta locura acumulada, incrédulos al estar frente a un groso como Paolo.

“Agggherrrr, agggggh, aaaaaaaggggh, loco, tendría que estar en el manicomio yo, murciélago aladoooo… aaaaagggg, persona”.

Por una confusión en el traslado, el Paolo terminó en la cárcel en vez de ir derecho al manicomio.

El experimentado Toti Chumpete lo miró a los ojos, y con voz poco firme lo encaró: “Señor Paolo, también llamado ‘el rockero’, nosotros somos nobles periodistas de un medio independiente, comprometido, popular, anárquico-conservador, y en una ocasión que todos recordamos con especial beneplácito le hicimos una entre(sí)vista a usted, mi estimado señor”.

“Uuuuuh, locoooo, pasame esa manzana voladora”, fue la cabal respuesta del hippie trastornado.

“Escúcheme, señor”, repuso un calmado Toti, “somos del medio llamado Lauweb”.

“Agggggh, siiiiiiiiiiii persona, me acuerdo, aaaggh, me acuerdo de la nota re hamacadora. Uuuuuuuuuuuuuuuuuh”.

Ante la indescriptible situación bizarra que nos presenta un encuentro entre el Guachín, Toti Chumpete y Paolo Rockero, no tenemos más que transcribir el alocado diálogo que tuvo lugar. Adiós, nos retiramos (no se asusten, estamos bien).

Guachín: “eeeeeeh, gato, yo te vi en Esterminator 4, loco, fuistessss mi modelo en la juventú, Paolo. Me estoy re emocionando, chabón”.

Paolo: “uuuuh, loco, me siento re volador acá, personaaaaas”

Toti: “por favor, que vuelva la cordura si no queremos que la policía nos reprima en este mismo momento”.

Guachín: “Pero calláte, Toti Mehacéunpete… votemos que para que el Paolo haga un monólogo pa’ todos los muchachos acá”.

Paolo: “OK, si el pueblo radical lo pide, loco… aaaaaaghh, persona, ayer me comí una pizza voladora, con mucho aceite biológicamente testeado, agggggghhh… Persona, paz y amor en las pizzerías, loco, paz para poder tomar la birra sin agua de océano… Uuuuuuh, no sabés cómo pega el agua de océano… Está de diez, loco… Me siento como superman en el trencito de la alegría, persona. Estoy re mal, boló, estoy como un enano atado a la correa, uuuuuuuh…Todo re bactereólogico, men, uuuuuuuh… Todo este pabellón está muy apocalíptico, loco, arggggg… Mariposa alada, mariposa alada, al hada madrina, persona. Chau, loco, esto es un mambo total, loco, todos ladrones buena onda, con pancho y coca, loco, uuuuuh… Mirá lo que es este fraseo de batería, loco, mirá… catapún-pun-pun-patapún… Uuuuuuuh, persona, uuuh aaaagggh, ¡qué copado! Conmoción cebreal, loco, uuuuuh… Se me palma la cabeza del pescado, uuuuuh… Esto mata, persona… mató mil, mató mil, me tildo, me tildo… uuuuh, chau, loco, se me va la gaviota, chauuuuuu, uuuuuuuh…”

En ese momento Paolo vio el borde del precipicio y se desmayó…

No hay comentarios: