6.7.07

Hugo Chávez

Hicimos la gran Che Guevara y en moto nos fuimos a Venezuela a entrevistar a Chávez. Y que viva la revolución bolivariana; muerte a Mr. Danger; etc.


“Iu ar a donkiii, mister denyer”, dijo Huguito Chávez al referirse a su querido amigo Jorgito W. Bush. Y hace poco, frente a la ONU, afirmó: “aquí todavía hay olor a azufreee, porque ayer estuvo el diabluuu”, refiriéndose al excelentísimo señor presidente de los Estados Unidos de Norteamericana. Sí, señores, podrán decir lo quieran de Chávez, menos que es cobarde. Por eso quisimos ir a entrevistarlo, por el sólo hecho de haberle pegados palos memorables a Bush.

Como el presupuesto no nos da para más, nos subimos a una Siambretta y con Toti Chumpete nos fuimos hacia Venezuela, como los Che Guevara y Alberto Granados de la posmodernidad, a recorrer nuestra América bolivariana, nuestra América revolucionaria, nuestra... Bueh, íbamos muy mentalizados con el discurso chavista, sepan disculpar.

Con Toti nos preparamos unos sanguches de mila y una banda de sonido especial para el largo viaje: Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Quilapayún, Víctor Jara y otros. Quien les escribe se dejó crecer la chiva, se compró una boina y antes de salir se leyó el Manifiesto Comunista. En tanto, el señor Chumpete (ilustre cronista de Lauweb, ¿hace falta aclararlo?) llevó el mate amargo, las botas de gaucho y algo de dinero (nada de tarjetas de crédito imperialistas, ni sucios dólares).

Partimos desde el Congreso Nacional al grito de “¡Viva el Evo! ¡Viva Lula! ¡Viva Kirchner! ¡Viva Fidel, caracho!”, y así emprendimos nuestro viaje hacia la Gran América, la profunda América, para llegar a nuestro líder, Huguito Chávez, el revolucionariuuu, el heredero de Fidel... etc, etc.

Pero la Siambretta se nos descompuso a la altura de... de... San Pedro, provincia de Buenos Aires. Por suerte, allí viven nuestros amigos personales Mónica y César, quienes nos dieron una mano con la moto y unas cuantas naranjas de regalo. Nos tuvimos que volver en micro y con las manos vacías... ¡pero qué aventura, señor! ¡Qué aventura... de porquería! La próxima lo vamos a entrevista al Evo, que queda más cerca.

¡Saludos revolucionarios!

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