Raúl Castells
Una vez leímos una parte del “Manifiesto Comunista” y nos marcó a fondo. Desde ese momento quisimos entrevistar a algún luchador social. Pero nos conformamos con Raúl Castells.
“Olé, olé… olé, olá… adonde vayan los iremos a buscar”. Sí, estamos ensayando para infiltrarnos en una movilización piquetera. ¿Por qué? Porque queremos entrevistar a un luchador social, a un incansable prócer de los derechos humanos, a un revolucionario de raíz gramsciana… pero por ahora no encontramos a ninguno en Argentina y nos conformamos con Raúl Castells.
Igual no fue nada fácil fracasar como fracasamos. Con el Guachín, nuestro cronista cumbianchero, en cana por haberle pegado a Moisés, tuvimos que mandar a La Vieja para acometer semejante empresa.
Primero pensamos en secuestrar a la esposa de Castells, Nina Peloso, y exigir una entrevista para liberarla, pero el plan fue rápidamente desechado: la Vieja es una defensora incansable de los Derechos Humanos e inhumanos también (porque le cabe defender los animales) y se negó duramente a secuestrarla a Nina.
No sabemos cómo, pero nuestro jefe, el Enano, se enteró de esta movida y nos llamó inmediatamente. Bah, en realidad mandó a sus yakuzas y nos apretaron. “Nada de Castells ni zurdaje”, dijeron en japonés.
Pero no arrugamos. No nos detendremos frente al capitalismo post industrial. No, no, no, no, no, no, no daremos el brazo a torcer. Nuestra meta es entrevistar al Raulo y así lo haremos, cueste lo que cueste.
¡Viva la revolución! ¡Viva el Che! ¡Viva Lenin! ¡Viva Bochini! ¡Viva Jazmín (el perro de Susana, que en paz descanse)! Aguanten todos los trabajadores del mundo, que uníos triunfaremos en la última y gran revolución humana: la nueva Creamfields.
Por todo esto, en un acto realmente revolucionario y fraternal, repatriamos a nuestro compañero Toti Chumpete. Sí. El mismo. El grande. Le dijimos: “Toti, volvé, te necesitamos para que te infiltres en una protesta piquetera y consigas una entrevista con Castells”.
Las palabras exactas y conmovedoras del Señor Chumpete fueron las siguientes: “Volveré y seré millones. Sé, me lo han contado: que intentaron reemplazarme por un fanático de la cumbia, pero no importa. Cuando me llamen, allí estaré, con mi inconmovible profesionalismo. Amigos, he vuelto”. Aplausos infinitos.
“Bueno, andá a laburar ahora y dejáte de decir boludeces”, le dijimos. Y allá fue el gran Toti Chumpete, nuestro (no) enviado especial, a infiltrarse con los grupos de izquierda. No, no somos de la SIDE ni tampoco de Quebracho: sólo queremos contactos para lograr entrevistas. Paz. Temor.
Toti, en una muestra de su inabarcable talento, no sólo se aprendió todos los cantitos combativos del PO y el MST, sino que también aportó nuevos.
Acá van unos cuantos ejemplos: “Ooooooooh, vamos todos juntos / a cantar por los desocupados / queremos tener trabajo / y comprarnos un tapado / ¡Que se mueran todos! Nosotros somos los mejores / Aguanten la cumbia y… ¡los ritmos populares! / ¡Aguante el manifiesto comunista! / ¡Y también el libro ese gordo llamado “El capital”, aunque nadie acá lo leyó ni por la mitad / ¡pero aguante igual!”.
Otro más conmovedor aún y menos enrevesado: “Olé, olé… olé, olá… matemos a los de la pizza y el champán… Olé, olé… olé, olá… aguante la birra y el chopán”.
Otro: “En la cancha de River vamo’ a ganar, en la cancha de River vamo’ a ganar, ¡y al capitalismo, y al capitalismo vamo’ a derrotar!”.
También hizo cambios en algunos cantitos que consideró demasiado ofensivos. Un ejemplo: al famoso “Kirchner sos botón”, lo modificó de la siguiente manera: “Oh, honorable señor presidente de la Nación Doctor Néstor Kirchner, no compartimos tu manera de entender la política y por eso te llamamos de forma cariñosa ‘botón’”.
Pero con esta corrección nuestro querido Toti metió la pata: fue demasiado oficialista, demasiado respetuoso, demasiado poco combativo. Y ahí se dieron cuenta que era un infiltrado.
Claro: Chumpete quiso explicarles que era de un medio de comunicación independiente, y que quería entrevistar a Raúl Castells, pero no le creyeron: pudo más la vertiente apocalíptica.
Empezaron a gritarle: “¡infiltrado de la SIDE!”, “¡hijo de una gran perra!”, “¡imperialista!”, etc. Se armó, entonces, un tole-tole de aquellos, con intervención dela gendarmería, y curiosamente Toti Chumpete quedó preso en la misma celda que el Guachín.
El encuentro entre estos dos grandes, en la próxima entre(no)vista.
1 comentario:
Realmente me he quedado con la boca abierta,lo patético que puede ser una persona llega al lítite cuando se esfuerza o sobre-esfuerza para decir tantas pavadas. Sí, Castells lucha por los derecho, no es un ejemplo glorioso, no es el che guevara, sí, ¿y?. Si el Che estuviera luchando por los derechos humanos, gente como vos le tiraría mierda.
Por que no dejás el blog, salís a la calle, vez la miseria que sufre la gente y te pones a hacer algo, no sé; malavares, mimo, títeres no te digo que marches para pedír comida o planes sociales, pero hacé algo flaco, por que está muy bonito lo que pones pero no hace reír a nadie, me dan ganas de llorar, esto queda acá en tu blog pero la gente sigue en la miseria, vos escribís una nota bien irónica, y en el Chaco ayer se murió un nene de hambre. Con la crítica no hacemos nada.
No se puede pensar en un país para algunos, si leíste el manifiesto comunista abrás oservado de qué se trata el comunismo, para todos viejo, lo que hay se reparte, con que balanza se pesa aquí en este país.
Mientras los neutrales como "vos y como yo" no hagamos nada, esta mierda sólo se va a poner mas y mas oscura...
J. Bernabé
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